
El presidente Barack Obama, en compañía de su esposa Michelle y de su hija Sasha, asistió al funeral de Beau Biden, hijo del vicepresidente Joe Biden, quien falleció de un tumor cerebral.
En el funeral que se realizó en la iglesia de San Antonio de Padua en Wilmington, Delaware, el presidente recordó al fallecido, como un servidor público que aunque le toco pasar momentos muy dolorosos en su vida él “Vivió una vida de significados, una vida para los otros (…) El mundo se dio cuenta. El mundo sintió su presencia, y Beau sigue viviendo en las vidas de otros».
La alocución de Obama estuvo precedida por otro discurso del jefe de gabinete del Ejército, el general Raymond Odierno, que concedió de forma póstuma a Beau Biden un galardón militar, la «Legión del Mérito», por su carrera uniformada y su servicio en Irak.
También se pronunciaron los dos hermanos de Beau, Hunter y Ashley, el primero del primer matrimonio del vicepresidente y la segunda de su actual unión con Jill Biden.
Desde hace más de 40 años que no fallecía un hijo de un presidente o vicepresidente de Estados Unidos mientras se encuentra en el cargo, específicamente desde 1963, cuando el hijo del mandatario John F. Kennedy, Patrick, murió poco después de su nacimiento.
Más de mil personas se congregaron en la iglesia católica San Antonio de Padua, figuras como Bill y Hillary Clinton, Mitch McConell, Harry Reid, Nancy Pelosi y otros legisladores del Congreso, así como buena parte de los miembros del gabinete de Obama. Habitantes de diversas partes de Delaware y de otros estados hicieron fila durante horas debido a sus fuertes vínculos con la familia Biden.