En Reino Unido, Merice Brown confesó haber asesinado a un hombre con un arma de fuego en el 2005. Brown declaró que deseaba ser completamente libre de sus pecados porque que había experimentado un encuentro con Dios y consideró que lo más honesto era entregarse a la justicia y pagar el precio por el delito cometido.
Ya hacen 10 años del asesinato, que sucedió después de una fuerte discusión en la que Brown le dio varios disparos a la víctima, causándole la muerte de forma instantánea, luego escondió el arma para no causar sospechas. Las autoridades cerraron el caso por no encontrar pruebas o información sobre lo ocurrido.
El informe policial señala que Merice Brown luego de convertirse al evangelio deseaba limpiar su conciencia y por ello recurrió a la comisaría de Leicester. El sujeto se declaró culpable y está recluido en el Tribunal de Londres, con una condena de 12 años de prisión por delitos agravados.
Había pasado mucho tiempo de aquel crimen, pero Brown se encontraba sumergido en la tristeza y el remordimiento; y aunque pasará un largo tiempo tras las rejas, confiesa que puede gritar libremente que su alma y su espíritu se encuentran verdaderamente libres porque está convencido que Cristo lo ha perdonado. Fuente: Impacto Evangelístico
